Nivel dos o moderado de 10 km y 490 metros DAP

Los Acantilados de Colores o Valle de los Colores de Labetxu es una de las maravillas naturales de Euskadi. Situado entre Pasaia y Hondarribia, en la ladera del Monte Jaizkibel es paraíso natural, en el que las rocas de arenisca nos ofrecen una paleta de colores de gran intensidad.

Es una ruta circular con un desnivel bastante pronunciado a la vuelta por lo que se requiere un nivel de forma, cuanto menos intermedio, para poder desarrollarla tranquilamente.

Labetxu es un valle en el que encontramos diferentes espacios, que ubicados junto al arroyo de Gaztarrotz, a nivel del mar, nos ofrecen un paraje único en Euskadi.

En los alrededores de este valle, encontramos rocas de arenisca de diferentes formas y colores que han sido moldeadas por la naturaleza durante millones de años, además los senderos en los acantilados junto al mar son muy bonitos para recorrer.

Aparcaremos el coche en la cumbre del Monte Jaizkibel, la montaña más occidental de los Pirineos, donde la cordillera se reúne con el Mar Cantábrico. Con sus 543m, tiene una gran prominencia, ya que las faldas acaban directamente en el mar. En sus faldas se encuentras las poblaciones de Hondarribia, Irún, Lezo, Pasajes y Rentería, así como la Ermita de Guadalupe.

Sin embargo, la actividad que vamos a realizar no describe la ascensión a la cumbre de Jaizkibel, sino un paseo por Labetxu, también conocido como el Valle de Los Colores. Aun asi empezamos el artículo contemplando la vista desde la cima entre la que destacan los tres picos de Peñas de Aya: Hirumugarrieta, Txurrumurru y Erroilbide.

Caminaremos entre bosques, siempre cuesta abajo y buscando el mar. Conforme nos vayamos acercando al mar irán apareciendo ya las primeras formaciones rocosas.

Tras pasar las ruinas del caserío de Gaztarrotz, llegamos al mar, y allí la vista es espectacular de la Bahia de Pasaia, Donosti, Getaria, hasta Bilbo en los días claros.

Cresteamos por los barrancos y llegamos hasta la grieta Akarregi que es impresionante.

Llegaremos al bosque y allí tendremos que descender de una especie de balcón con una cuerda que encontramos allí, no es difícil pero hay que tener cuidado.

Una vez en la cuenca del arroyo Gaztarrotz, llegaremos a la «joya de la corona» del litoral. Es el espacio más secreto y el tesoro mejor conservado, donde se concentran muchas geoformas de todo tipo, monumentos naturales.

También cruzaremos el arroyo Gaztarrotz que hace cascadas y lugares impresionantes, incluso para el baño.

Luego ya nos quedará la subida que haremos poco a poco, con paradas y que nos llevará de vuelta hasta cerrar la circular. Una ruta con muchos alicientes.